martes, 3 de mayo de 2011

¡La Juventud Quiere Ser Libre!



¡La Juventud Quiere Ser Libre!


Texto Base: Gálatas 5:18
"Pero si sois guiados por el espíritu, no estáis bajo la ley".


Si hay algo que no agrada mucho a la juventud, sobre todo la de esta generación, es que le estén marcando el paso, sentir a alguien que esté allí, constantemente diciéndoles que deben hacer y que no deben hacer; que deben decir y que no; cómo deben conducirse, indicándoles lo que está bueno y que está malo…

Aburre, fastidia… no resulta muy agradable tener detrás nuestro un "policía" que vigile nuestros pasos. ¡La juventud quiere ser libre!

Pero, aunque nos parezca paradójico y contradictorio, la libertad, para ser verdadera libertad, debe estar sujeta. ¡Si! Sujeta a parámetros y pautas de conducta que enmarquen en nuestro diario transitar por esta vida lo que es correcto y lo que no es correcto.

Note usted este concepto de libertad del ciudadano: "Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres". Es decir, se es libre para hacer y decir, pero lo que se haga y diga debe estar sujeto a lo establecido por la ley.

En Cristo somos libres, él nos ha hecho libres, indudablemente; pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. (1 Pedro 2:16). O como dice Pablo: "Porque a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne". (Gálatas 5:13). 

El conocimiento del bien y del mal es lo que lleva al hombre a actuar con plena conciencia. La Biblia dice: ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad? (Salmo 53:4).

Adán y Eva pecaron, pero sabiendo perfectamente que lo que hacían no era agradable a Dios, había en ellos un conocimiento, y pese a ese conocimiento usaron su libertad para hacer lo contrario a lo que Dios había establecido. Es el conocimiento el que me da luz para no tropezar en la oscuridad, es el conocimiento el que me marca la pauta a seguir para no errar en la vida.

Si usted maneja un automóvil, y va a 150 Km./h sobre una carretera con curvas, y usted ignora las señales de tránsito, que lo único que pretenden es guiarle en la carretera para que su viaje sea mas seguro, si usted las desconoce, su plácido viaje puede tornarse en una irremediable tragedia.

La falta de conocimiento nos conduce al error: Jesús les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras y el Poder de Dios? Marcos 12:24.

La Biblia declara: "Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento". Oseas 4:6

"Negar la importancia de alguien que nos guíe en la vida, es sumirnos en la insensatez mas grande y el peligro inminente de ahogarnos en el mar de la ignorancia" (Ricardo López).

Todos, absolutamente todos, necesitamos de alguien que nos guíe en la vida.

Cuando pequeños alguien nos guió en nuestros primeros pasos para no tropezar, y sin embargo, tropezábamos… cuando aprendimos a escribir, alguien puso su mano sobre la nuestra y guió nuestros movimientos torpes con el lápiz para escribir por primera vez "mamá".

El pueblo de Israel perecía sin conocimiento, sin guía, sin alguien que les marcara las pautas a seguir. Dice la Biblia que cuando no había rey en Israel, cada quien hacía lo que le parecía. Por eso Dios introduce La Ley, un ayo que les llevara, que les guiara hacía donde Dios quería conducirles. Y sin embargo, el hombre, aún bajo la ley, erraba, pecaba, ofendía a Dios y se extraviaba.

Hay leyes que matan, destruyen al hombre, cuando este está sujeto a ellas. Nosotros estábamos sujetos bajo una ley que nos arrastraba hacía el abismo, caminábamos en el error, en la maldad, y sin nadie quien nos guiara, en nuestra propia opinión pensábamos: "Así estoy bien". Y esa ley era la ley del pecado y de la muerte.

Más gracias damos a Jesucristo, que nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Pero no podemos pensar que por el hecho de ser libres podemos hacer lo que queremos, porque Cristo nos ha libertado, pero como dice Pablo: "sólo que no uséis la libertad como ocasión para la carne"; por una sencilla razón: porque los designios de la carne son enemistad contra Dios.

Entonces si soy libre, ¿Puedo hacer lo que yo quiera?

En ninguna manera, porque aunque no estamos bajo la ley, como dispensación, rodeados de estatutos y decretos, con una lista casi interminable de prohibiciones, si debemos reconocer que en nuestros corazones hay una nueva ley que nos rige, y es la ley del espíritu de vida, que nos libró de la ley del pecado y de la muerte.

De tal manera que nuestra libertad en Cristo está sujeta a la ley del Espíritu. Ahora el Espíritu Santo es nuestro guía: "Él os guiará a toda la verdad".

Entonces, yo debo reconocer que para conducirme correctamente en la línea que Cristo ha trazado para mí, y no salirme, ni a derecha, ni a izquierda, debo ser guiado, porque sólo no puedo, apoyado en mi propia opinión, en mi propia prudencia, corro el riesgo, casi seguro de tropezar y caer. Y el problema es, que como Cristo me ha puesto en lugares Altos, celestiales, si llego a caerme el golpe va a ser de tal magnitud, que las consecuencias pueden ser graves para mi vida.

Por eso la importancia de dejarnos guiar por Dios para saber conducirnos en la nueva vida que Cristo nos dio. No nos creamos sabios en nuestra propia opinión, Jesús dijo: "Sin mí nada sois, y sin mí nada podéis hacer"; es decir, necesitamos de Dios. Y para eso Dios estableció en la vida del cristiano la guía del Espíritu Santo.

Dice la Biblia que él nos guiará a toda verdad, porque él todo lo sabe, todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios.

¿Quien mejor guía para nuestra vida espiritual que alguien que conoce todas las cosas? Y ese sólo puede ser Dios, porque el Espíritu Santo es Dios.

Y si somos guiados por el Espíritu, no estamos bajo la ley. No necesitaremos un policía que a toda hora esté controlando nuestros movimientos: "te vi", vi que hiciste, escuché lo que dijiste, haz esto, no hagas lo otro. Tampoco necesitaremos una lista interminable de estatutos y normas que rijan nuestra vida.

Si somos guiados por el Espíritu, estamos en verdadera y plena libertad. No hay condenación alguna para los que estamos en Cristo Jesús, para los que somos guiados por el Espíritu, porque donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Lastimosamente, muchos jóvenes (y adultos también), se dejan llevar más por sus propios razonamientos, por sus ideas, por sus "instintos" y por los designios de su corazón más que de Dios.

Sin la guía constante del Espíritu Santo, corremos el riesgo de perecer. A veces surgen ideas, conceptos, pensamientos que creemos que son correctos, y si nos apoyamos en ellos y están errados, de igual forma nos conducirán al error, y terminaremos apartados de la verdad.

No así cuando somos guiados por el espíritu Santo, porque él, contrario a nuestras propias ideas y conceptos, nos guiará a toda la verdad.

Por eso, cuando surjan estas ideas contrarias, estos conceptos propios, hagamos lo que dice la Biblia: "Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo", 2 Corintios 10:5.

Por eso Pablo nos invita que aprendamos a no pensar más de lo que está escrito, para no divagar, para no envanecernos, 1Cor. 4:6. Recuerde que hay quienes "se envanecieron en sus propios razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido, y profesando ser sabios, se hicieron necios". Romanos 1:22.

Hay quienes dicen dejarse guiar por "sus instintos". El instinto es una reacción inherente en los animales, no en el hombre: instinto. (Del lat. instinctus). m. Conjunto de pautas de reacción que, en los animales, contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie. Diccionario de la RAE.

El hombre fue dotado por Dios de una inteligencia y una sabiduría, no de un instinto. Santiago nos habla de una sabiduría que no desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica, esa hay que evitarla.

Hay quienes se dejan guiar por su propio corazón, y dicen: "Yo obedezco sólo a la voz de mi corazón". La Biblia nos enseña que todo designio del corazón del hombre es malo desde su juventud; y nos advierte: "engañoso es el corazón, mas que todas las cosas", Jeremías 17:9.

No nos engañemos a nosotros mismos, necesitamos ser guiados por Dios. Sin él nada somos, y sin él nada podemos hacer.

Si queremos una vida espiritual victoriosa, llena de bendiciones ricas y abundantes, si queremos alcanzar ese nivel espiritual, esa estatura espiritual a un varón perfecto como lo es Cristo, dejemos sencillamente que nuestra vida sea guiada por el Espíritu Santo, y veremos como todas las cosas fluyen libremente, "porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de  Dios" Romanos 8:14.

Gocemos de plena y verdadera libertad en Dios, y como dice Pablo a los Gálatas: "Estemos firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres".

Jesucristo les continúe bendiciendo

Hno. Ricardo López F.
ida
Barranquilla, Colombia

ES BUENO LLEVAR EL YUGO DESDE LA JUVENTUD





“Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso” (Lamentaciones 3:27-28) 
¿Qué es un yugo? Vamos a ver varias definiciones. 
Primera Definición: Una yunta es un par de bueyes, mulas u otros animales que sirven en la labor del campo o en los acarreos 
 El yugo, es el instrumento de madera al cual, formando yunta, se uncen por el cuello las mulas, o por la cabeza o el cuello, los bueyes, y en el que va sujeta la lanza o pértigo del carro, el timón del arado, etc.  
Las yuntas funcionan bien, si se unen dos animales de la misma especie. Si por ejemplo, se unieran en yunta una mula y un  buey, se presentarían problemas, pues los dos animales no podrían trabajar adecuadamente.  
La ley de Moisés establecía:  “No ararás con buey y con asno juntamente.” (Deuteronomio 21:10) 
De la misma manera, la Biblia enseña que: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2. Corintios 6:14) 
Segunda Definición:
Instrumento con el cual se sujetaba a los esclavos y se les obligaba a obedecer. 
Había otros yugos que sujetaban de manera simultánea la cabeza y las manos.  
Tercera Definición:
 Carga pesada, prisión o atadura
 Cuarta Definición:
Ley o dominio superior que sujeta y obliga a obedecer 
LA BIBLIA UTILIZA EL TÉRMINO YUGO CON IMPLICACIONES NEGATIVAS Y POSITIVAS.  
A) Implicaciones Negativas 
 1) Obediencia y servidumbre: Por ejemplo, cuando Isaac le dice a Esaú que ha de obedecerle a su hermano Jacob, pero que cuando se haga fuerte se librará de él. 
“Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; Y sucederá cuando te fortalezcas, Que descargarás su yugo de tu cerviz” (Génesis 27:40)   
La cerviz, es la parte dorsal del cuello, que en el hombre y en la mayoría de los mamíferos consta de siete vértebras, de varios músculos y de la piel.  
2) Esclavitud y opresión: Por ejemplo, en referencia a la esclavitud que los israelitas vivieron en Egipto, y luego en Babilonia.  
“Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.” (Levítico 26:13) 
“Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y han de servirle; y aun también le he dado las bestias del campo.” (Jeremías 28:14) 
 3) Injusticia: Por ejemplo, Babilonia abusó en extremo de las naciones sometidas.  
“Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo” (Isaías 47:6) 
4) Querer Guardar la Ley Ceremonial en el tiempo de la Salvación por Gracia  
 “Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés… Pedro se levantó y les dijo… Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” (Hechos 15:5-10) 
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.” (Gálatas 5:1-3) 
5) Sujeción al pecado:  
“Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia… el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos… Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián…”  (Isaías 9:1-4) 
 B) Implicaciones Positivas 
Obediencia y sujeción a Dios 
El Señor Jesucristo dijo: 
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30) 
Cuando nos entregamos al Señor, sometemos nuestra voluntad a la de él, y por eso llevamos en verdad el yugo del Señor para que no hagamos lo que nosotros queremos sino la voluntad de Dios.  
“¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:15-23) 
El yugo del pecado es un yugo muy duro y pesado y hace mucho daño. El yugo del Señor es fácil y su carga es ligera. Todos aquellos que se encuentren cansados y aturdidos por el peso del pecado, deben venir a Jesús para descansar.  
ES BUENO LLEVAR EL YUGO DESDE LA JUVENTUD      
“Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso” (Lamentaciones 3:27-28)

Es bueno que el hombre se sujete a la voluntad de Dios desde que es joven, pues haciendo así, estará protegido de muchos males que se presentan en el hombre que no conoce a Dios. El texto dice que Dios es el que impone el yugo a los que quieren obedecerle. Si en algún momento llega la tentación de soltar el yugo de Dios de nuestras vidas, el texto dice que debemos humillarnos ante la voluntad de Dios y debemos reflexionar acerca de su poderosa obra en nuestras vidas (que se siente solo y calle). De esa forma entenderemos que es mejor estar con nuestro Señor Jesús que estar en el mundo.   
El error de Israel fue haberse desligado de la voluntad de Dios.  
“Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré” (Jer.2:20). 
Y por eso fueron entregados a la esclavitud en Babilonia.  
El Señor Jesús les bendiga,  
Julio César Clavijo S.

La corta y fructifera vida de: David Brainerd

David Brainerd
1718-1747
David Brainerd nació el 20 de abril de 1718 en Haddam, Connecticut, Estados Unidos. Murió de tuberculosis a la edad de 29 años, el 9 de octubre de 1747. Ezequías, el padre de
Brainerd, era un legislador de Connecticut y murió cuando David tenía nueve años. Él había sido un puritano riguroso. La madre de Brainerd, una mujer también piadosa, murió cuando él tenía 14 años.
Había una rara tendencia a la debilidad y a la depresión en la familia. No sólo los padres murieron tempranamente; también los hijos. Nehemías murió a los 32, Israel a los 23, Jerusha a los 34, y él mismo a los 29. Así, al sufrir la pérdida de ambos padres, como un niño sensible, heredó una cierta tendencia a la depresión.
En su corta vida padeció a menudo negros abatimientos. Él mismo dice al principio de su diario: «Yo era en mi juventud inclinado más bien a la melancolía». Cuando su madre murió, se fue a vivir con su hermana casada, Jerusha. Él describió su fe durante estos años como muy celosa y seria, pero no teniendo verdadera gracia. Cuando cumplió 19, heredó una granja y trabajó en ella durante un año. Pero su corazón no estaba allí. Él anhelaba ‘una educación liberal’.
Intenta prepararse para el ministerio Así que empezó a prepararse para entrar a la Universidad de Yale. En el verano de 1738, tenía
veinte años, y se había ofrecido a Dios para entrar en el ministerio. Pero aún no era convertido. Leyó la Biblia dos veces en ese tiempo, y empezó a percibir que toda su religión era legalista y totalmente basada en sus propios esfuerzos. Dentro de su alma, contendía con Dios; se rebelaba contra el pecado original, contra la estrictez de la ley divina y contra la soberanía de Dios.
Reñía con el hecho de que no había nada que él pudiera hacer en sus propias fuerzas para consagrarse a Dios. «Todas mis buenas apariencias no eran sino justicia propia, no estaban basadas en un deseo por la gloria de Dios; en mis oraciones, no había amor o consideración hacia él». Pero entonces sucedió el milagro de su nuevo nacimiento. Tenía 21 años de edad. Dos meses después, entró en Yale a prepararse para el ministerio. En principio fue duro. Había relajo en las clases superiores, poca espiritualidad, estudios difíciles, y él contrajo sarampión, así que tuvo que volver a casa por varias semanas durante su primer año. Al año siguiente, le enviaron a casa porque estaba tan enfermo que escupía sangre. Por ese tiempo escribía: «Por la tarde mi dolor aumentó terriblemente, y tuve que permanecer en cama. A veces casi perdía la razón por lo extremado del dolor».
Cuando regresó a Yale en 1740, el clima espiritual había sufrido un cambio radical. George Whitefield había estado allí, y ahora muchos estudiantes eran muy serios en su fe. Pero surgieron tensiones entre los estudiantes entusiastas y la fría Facultad. En 1741, la visita de
unos predicadores de avivamiento sopló aún más las llamas del descontento. Jonathan Edwards fue invitado a predicar a comienzos de 1741, con la esperanza de que él aplacaría un poco los ánimos y apoyaría a la Facultad. Algunas autoridades incluso habían sido
tildadas de ‘inconversas’. Edwards defraudó a las autoridades de la Facultad al declarar que el despertar era genuino. Brainerd estuvo entre la multitud que oyó a Edwards. Esa misma mañana, las autoridades habían anunciado que cualquier estudiante que, directa o indirectamente, tildase al Rector u otra autoridad, de hipócrita, carnal o inconverso, debía en primera instancia hacer confesión pública de su ofensa, y en caso de reincidencia, ser expulsado.
En 1742 Brainerd estaba académicamente en la cima, cuando alguien le oyó por casualidad decir de uno de los tutores que tenía «menos gracia que una silla», y que él se maravillaba cómo el Rector no caía muerto al castigar a los estudiantes por su celo cristiano.
Inmediatamente fue expulsado. Esto le afectó profundamente.
En los años siguientes, intentó una y otra vez volver; muchos vinieron en su ayuda, pero todo fue en vano. Dios tenía otro plan para él. En lugar de unos años reposados en el pastorado o el
salón de lectura, Dios quiso llevarlo al desierto, para que sufriese por Su causa y produjese un impacto incalculable en la historia de las misiones.
Antes de esto, Brainerd nunca había pensado ser un misionero a los indios. Pero ahora tuvo que replantear su vida entera. Una ley estadual, recientemente promulgada, señalaba que ningún
ministro podía establecerse en Connecticut si no era graduado de Harvard, Yale o una Universidad europea. Así que él se sentía despojado de su llamamiento. Una palabra ociosa, hablada de prisa, y la vida de Brainerd pareció caer en pedazos ante sus ojos. Pero Dios sabía lo que era mejor, y Brainerd llegó a aceptarlo. De hecho, sin la influencia de Brainerd tal vez el movimiento misionero moderno no hubiera tenido lugar; y esto no hubiera ocurrido si él hubiese obtenido en Yale su acreditación de ministro.
En el verano de 1742, un grupo de ministros simpatizantes del Gran Avivamiento aprobó su examen y autorizó a Brainerd para ir como misionero a los indios. Más tarde, cuando ya estaba claro del verdadero llamamiento de Dios, habría de rechazar varias invitaciones para hacerse pastor, y seguir una vida mucho más fácil y estable. La carga y el llamamiento eran superiores: «Yo no podía tener libertad para pensar en ninguna otra circunstancia o asunto en la vida: Todo mi deseo era la conversión de los paganos, y toda mi esperanza estaba en Dios, y él no me permitía agradarme o confortarme con la esperanza de ver a mis amigos, de volver a mis
queridos conocidos, o disfrutar los consuelos mundanos».
Como misionero, su primera asignación fueron los indios Housatonic en Kaunaumeek, en Massachussets. Llegó en abril de 1743 y predicó durante un año, usando un intérprete e intentando aprender el idioma. Brainerd describe así su primera estadía en ese lugar en 1743: «Vivo con muy pocas comodidades: mi dieta consiste en maíz hervido y comida rápida. Duermo en un colchón de
paja, mi labor es sumamente difícil; y tengo poca experiencia de éxito para confortarme... En esta debilidad corporal, no soy poco afligido por la necesidad de comida apropiada. No tengo
pan, ni puedo conseguirlo. Es forzoso viajar diez o quince millas para conseguir pan; y a veces se pone mohoso y se agria antes de que lo coma, si consigo una cantidad considerable... Pero por
la bondad divina tengo alguna comida india de la que hago pequeños pasteles. Aún me siento contento con mis circunstancias, y dulcemente resignado a Dios».
Frecuentemente se perdía en los bosques. Su cabalgadura le era robada, o envenenada, o se le accidentaba. El humo del fogón hacía a menudo el cuarto intolerable a sus pulmones y tenía que salir al frío para recuperar su respiración, y entonces no podía dormir en toda la noche. Pero la lucha con penalidades externas, tan grande como era, no era su peor forcejeo. Él tenía una resignación asombrosa y aun parece que descansaba en muchas de estas circunstancias.
Él supo donde ellas encajaban en su acercamiento Bíblico a la vida: «Tales fatigas y penalidades sirven para desarraigarme más de la tierra; y, confío, me harán el cielo mucho más dulce. Al
principio, cuando me exponía al frío o la lluvia, me consolaba con los pensamientos de disfrutar una casa cómoda, un fuego caluroso, y otros consuelos exteriores; pero ahora éstos tienen
menos lugar en mi corazón (a través de la gracia de Dios) y miro más al consuelo de Dios. En este mundo espero tribulación; y ya no me parece extraño; me consuela pensar que podría ser peor; cuántas pruebas mayores han soportado otros hijos de Dios, y cuánto más se reserva todavía quizás para mí. Bendito sea Dios, él es mi consuelo en mis pruebas más agudas; pues ellas son asistidas frecuentemente con gran alegría». Uno de los mayores dolores en ese tiempo era la soledad. Él cuenta cómo tenía que soportar lacharla profana de los extraños: «¡Cuánto anhelaba que algún amado cristiano conociera mi dolor! La mayoría de las charlas que
oigo son de escoceses o de indios. No tengo un compañero cristiano con quien desahogar mi corazón y compartir mis dolores espirituales, a quien pedir consejo conversando sobre las cosas
celestiales, y con quien orar». La cruz debía operar todavía fuertemente en el alma de Brainerd, y la prueba de fuego llegó el 14 de septiembre de 1743. Su Diario lo registra así: «Hoy hubiera
obtenido mi título (hoy es el día de la graduación), pero Dios ha tenido a bien impedírmelo. Aunque temía que me abrumara de perplejidad e incertidumbre al ver a mis compañeros graduarse, Dios me ha ayudado a decir con calma y resignación: «Sea hecha la voluntad del Señor »Ciertamente, mediante la gracia de Dios, casi puedo decir que no había tenido tanta paz espiritual por mucho tiempo».
Poco después inició una escuela para niños indios y tradujo algunos de los Salmos. Luego fue reasignado a los indios a lo largo del río Delaware. En mayo de 1744 se estableció al noreste de Belén, Pennsylvania. Predicó durante un año en Delaware, y en 1745 hizo su primera gira de predicación a los indios de Crossweeksung, Nueva Jersey. En este lugar, Dios manifestó un poder asombroso y trajo un despertar y bendición a los indios.
Allí llegó el dulce amanecer después de una larga y oscura noche. Las escenas descritas por Brainerd en su Diario dan cuenta de una genuina obra del Espíritu Santo entre esos paganos: «Por la mañana platiqué con los indios en la casa en que estábamos alojados. Muchos de ellos estaban muy conmovidos y se les veía en gran manera emocionados, de modo que una pocas palabras daban lugar a que las lágrimas corrieran libremente, y producían muchos sollozos».
Al día siguiente escribe: «Prediqué sobre Isaías 53:3-10. Hubo una notable influencia que siguió a la exposición de la Palabra, y una gran emoción en la asamblea... muchos estaban
conmovidos; algunos ni podían estar sentados, sino que estaban echados en el suelo, como si se les hubiera atravesado el corazón, clamando incesantemente misericordia. ¡Era muy
emocionante ver a los pobres indios, que unos días antes estaban vitoreando y gritando en sus fiestas idólatras y sus embriagueces, clamando ahora a Dios con una importunidad tal para ser
acogidos por su querido Hijo!».
Al cabo de un año, había 130 personas en esa creciente asamblea de creyentes. Brainerd escribía el 19 de junio de 1746: «Hoy se completa un año desde la primera vez que prediqué a estos indios de Nueva Jersey. ¡Qué cosas tan asombrosas ha hecho Dios en este período de tiempo para esta pobre gente! ¡Qué cambio tan sorprendente aparece en su carácter y su conducta!».
¿Cuál era la clave del éxito de Brainerd con los indios? El amor. Si el amor es conocido por el sacrificio, entonces Brainerd amó. Pero si también es conocido por la compasión entoncesBrainerd se esforzó en amar aún más. A veces él se fundió en amor.
«Siento compasión por las almas, y lamento no tener aún más. Siento mucho más bondad, mansedumbre, ternura y amor hacia toda la humanidad, que nunca ...». «Sentí mucha dulzura y
ternura en la oración, mi alma entera parecía amar a mis peores enemigos, y me fue permitido orar por aquéllos que son extraños y enemigos a Dios con un gran suavidad y fervor ...». «Sentí
el calor que viene de Dios después de mi oración, sobre todo en la mañana, mientras iba cabalgando. Por la tarde, pude ayudar llorando a Dios por esos pobres indios; y después que me
acosté, mi corazón continuó yendo a Dios por ellos. ¡Oh, bendito sea Dios que puedo orar!».
Pero otras veces se sentía vacío de afecto o compasión por ellos. Él se culpa por predicar a las almas inmortales con tan poco ardor y con tan poco deseo por su salvación. Él amaba, pero anhelaba amar aún más.
Toda la comunidad cristiana se trasladó de Crossweeksung a Cran-berry en mayo de 1746, para tener su propia tierra y pueblo. Brainerd permaneció con ellos hasta que estuvo demasiado
enfermo para ministrar. En agosto de ese año escribía: «Habiendo tenido sudor frío toda la noche, tosí mucha materia sangrienta esta mañana, y estuve en gran desorden de cuerpo, y no
poca melancolía». Y en septiembre: «Ejercitado con una tos violenta y una fiebre considerable, no tenía apetito de ningún tipo de comida; y frecuentemente devolvía lo comido, aun sobre mi
propia cama, por causa de los dolores en mi pecho y espalda. Era capaz, sin embargo, de cabalgar por el pueblo unas dos millas, todos los días, y cuidar de aquéllos que estaban
construyendo una pequeña vivienda para mí entre los indios».
A menudo su agonía le hacía odiar su propia maldad interior. «Siento en mi alma que el infierno de corrupción todavía permanece en mí». A veces, este sentido de indignidad era tan intenso
que se sentía expulsado de la presencia de Dios. Él llamaba a menudo su depresión un tipo de muerte. Hay por lo menos 22 lugares en el Diario donde él anhelaba la muerte como una
libertad de su miseria. A los sufrimientos físicos se añadía su propensión natural a la melancolía y la depresión. Lo que más lo afectaba era que su dolor mental impedía su ministerio y su devoción. A veces él quedaba simplemente inmovilizado por los dolores y ya no podía trabajar. «Pocas veces he estado tan confundido sintiendo mi propia esterilidad e ineptitud en mi trabajo, que ahora. ¡Oh, qué muerto, desalentado, yermo, improductivo me veo ahora! Mi espíritu está abatido, y mi fuerza corporal tan agotada, que no puedo hacer nada en absoluto».
Es asombroso cómo a menudo Brainerd siguió adelante con las necesidades prácticas de su trabajo a pesar de estas olas de desaliento. En noviembre de 1746 Brainerd dejó Cranberry para pasar cuatro meses tratando de recuperarse en Elizabethtown. En marzo de 1747, Brainerd hizo una última visita a sus amigos
indios y entonces viajó a casa de Jonathan Edwards en Northampton, Massachussets. Estando allí, en el mes de mayo de 1747, los doctores le dijeron que su mal era incurable y que no viviría
mucho tiempo. En los últimos dos meses de su vida el sufrimiento era increíble. «Fue el más grande dolor que haya soportado jamás, teniendo un tipo raro de hipo que me estrangulaba y me hacía vomitar». Edwards comenta que en la semana anterior a su muerte
«me decía que era imposible concebir el dolor que sentía en su pecho. Manifestaba mucha preocupación para no deshonrar a Dios manifestando impaciencia bajo su extrema agonía; su
dolor era tal que decía que el pensamiento de soportarlo un minuto más era casi insoportable. Y la noche antes de que él muriera dijo a quienes le acompañaban que morirse era cosa muy distinta a lo que las personas imaginaban».
Lo que impacta al lector de estos diarios no es sólo la severidad de los sufrimientos de Brainerd, sino sobre todo cuán implacable y constante era la enfermedad. Casi siempre estaba allí.
Brainerd estuvo solo gran parte de su ministerio. Sólo las últimas 19 semanas de su vida parecen haber estado endulzadas por la compañía de la delicada hija de Edwards, Jerusha, de
17 años, quien fue su fiel enfermera. Muchos especulan que hubo un profundo amor entre ellos, e, incluso un compromiso matrimonial. Pero lo cierto es que durante su ministerio él
estuvo muy solo, y solamente podía derramar su alma delante de Dios. Pero Dios lo sostuvo y lo guardó en su camino.
Brainerd murió el 9 de octubre de 1747. Fue una corta vida, pero cuán fructífera: sólo veintinueve años; ocho de ellos como creyente, y sólo cuatro como misionero.
Ahora, ¿por qué la vida de Brainerd ha tenido tal impacto? Una razón obvia es que Jonathan Edwards tomó su Diario y lo publicó como ‘La vida de Brainerd’ en 1749. Pero, ¿por qué este libro nunca ha dejado de imprimirse? ¿Por qué John Wesley dijo: «Todo predicador debe leer cuidadosamente ‘La vida de Brainerd’»? ¿Por qué William Carey y Edwards consideraron ‘La Vida de Brainerd’ como un texto sagrado? Gideon Hawley, otro misionero, habló por muchos cuando escribió sobre sus esfuerzos como misionero en 1753: «Necesito grandemente algo más que humano para sostenerme. Leo mi Biblia y ‘La vida de Brainerd’, los únicos libros que traje conmigo, y de ellos obtengo mi apoyo».
¿Por qué ha tenido esta vida semejante impacto? La respuesta es que la vida de Brainerd es un testimonio real, poderoso de la verdad de que Dios puede y usa hombres débiles, enfermos, desalentados, abatidos, solitarios; santos que se esfuerzan, que claman a él día y noche, para lograr cosas asombrosas para su gloria.
Una de las razones por la cual la vida de Brainerd tiene tan poderosos efectos es que, a pesar de todos sus conflictos y cruel enfermedad, él nunca dejó su fe o su servicio. Le consumía la
pasión por terminar su carrera y honrar a su Maestro, extender el reino y avanzar en la santidad personal.
Brainerd llamaba a su pasión por más santidad y más utilidad una clase de ‘grato dolor’. «Cuando realmente disfruto a Dios, siento más insaciable mi anhelo de él, y más inextinguible
mi sed de santidad... ¡Oh, más santidad! ¡Oh, más de Dios en mi alma! ¡Oh, este grato dolor! Hace mi alma apurarse en pos de Dios... Oh, que yo no me rezague en mi carrera celestial!».
Él hizo suya la advertencia apostólica: «...aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Efesios 5:16) Asumió el consejo: «No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su
tiempo segaremos, si no desmayamos» (Gál. 6:9) Él se esforzó por ser, como Pablo dice, «...creciendo en la obra del Señor» (1 Cor. 15:58). « ¡Oh, yo anhelaba llenar todos los momentos restantes para Dios! Sin embargo, mi cuerpo estaba tan débil y cansado; y yo quería estar toda la noche haciendo algo para Dios. A Dios el dador de estos refrigerios, sea gloria por siempre...». «Mi alma fue refrescada y confortada, y yo no pude sino bendecir a Dios que me había habilitado en buena medida para ser fiel en el día pasado. ¡Oh, cuán dulce es ser gastado y usado por Dios!»
Entre los medios que Brainerd usó para buscar mayor santidad y utilidad, la oración y el ayuno fueron fundamentales. Leemos de él que pasaba días enteros en oración, u orando frecuentemente, a veces buscando una familia o un amigo para orar con ellos. Oraba para su propia santificación, oraba por la conversión y pureza de sus indios; oraba por el avance del reino de Cristo alrededor del mundo y sobre todo en América.
Una vez, visitando una casa de amigos, oró largamente con ellos: «Continué luchando con Dios en oración por mi querida manada pequeña; y sobre todo por los indios; así como por mis amados amigos en un lugar y otro; hasta que fue tiempo de ir a la cama, por no incomodar a la familia, ¡pero qué desagrado encontraba en consumir tiempo en el sueño!».
Y junto con la oración, Brainerd seguía la santidad y la utilidad de su servicio con el ayuno. Una y otra vez en su Diario cuenta de días ocupados ayunando. Ayunaba por guía cuando estaba perplejo sobre los próximos pasos de su ministerio. O simplemente ayunaba con la profunda esperanza de avanzar en su propia profundidad espiritual y utilidad para llevar vida a los indios.
Cuando agonizaba en la casa de Edwards exhortaba a los ministros jóvenes que le visitaban a comprometerse en días frecuentes de oración y ayuno, por lo útil que esto era. Asimismo, Brainerd ocupaba tiempo en el estudio y entremezclaba estas tres cosas. «Gasté gran parte del día escribiendo; pero entrelazaba la oración con mis estudios...». «He ocupado este día en la oración, la lectura y en escribir; y disfruté alguna ayuda, sobre todo corrigiendo
algunas ideas en cierto asunto». Siempre estaba escribiendo y pensando sobre temas espirituales. La vida de Brainerd es una larga tensión agónica para redimir el tiempo, no cansarse en hacer el bien y crecer en la obra del Señor. Y lo que hace su vida tan poderosa es
que él avanzó en esta pasión bajo los inmensos esfuerzos y penalidades que tuvo.
El legado de Brainerd lo recibió primera y directamente Jonathan Edwards, el gran pastor y teólogo de Northampton: «(Reconozco) con gratitud la graciosa dispensación de la Providencia
para mí y mi familia permitiendo que él viniese a mi casa en su última enfermedad, y muriese aquí: para que nosotros tuviéramos oportunidad de conocerle y compartir con él, para
mostrarle ternura en tales circunstancias, y para ver su conducta, oír sus discursos finales, recibir sus consejos, y para tener el beneficio de sus oraciones antes de morir».
Edwards dijo esto aun cuando debe haber sabido que el hecho de tener a Brainerd en su casa con esa enfermedad terrible costó la vida a su hija. Jerusha había cuidado a Brainerd durante las últimas semanas de su vida, y meses después que él murió, ella murió del mismo mal. Como resultado del inmenso impacto de la ‘La vida de Brainerd’, escrita por Edwards, muchos misioneros famosos que testifican haber sido sostenidos e inspirados por la vida de Brainerd.
Cuando Guillermo Carey leyó la historia de su vida consagró su vida al servicio de Cristo en las tinieblas de la India. Roberto McCheyne leyó su diario de vida y pasó su vida sirviendo entre los
judíos. Enrique Martyn leyó su biografía y se entregó por completo para consumirse en un período de seis años y medio en el servicio de su Maestro en Persia. Andrew Murray solía decir del Diario de Brainerd: «¡Cómo estos ejemplos reprochan la falta de oración y la tibieza de la mayoría de las vidas cristianas!». Y recomendaba su lectura diciendo que sólo tres de sus páginas bastaban para influenciar positivamente a cualquier siervo de Dios.
¡Una vida tan joven, y tan hermosamente sacrificada en honor del Maestro! Lo que David Brainerd escribió a su hermano, Israel, es para todos los cristianos de cualquier época un desafío: «Digo, ahora que estoy muriendo, que ni por todo lo que hay en el mundo
habría yo vivido mi vida de otra manera».

lunes, 2 de mayo de 2011

La Teoría del Big Bang y Nuestra Fe en Dios


Por Edwing López


En nuestro foro Pentecostales Apostólicos del Nombre, http://www.pentecostales.notlong.com/ recibimos la siguiente pregunta:

"Hemos visto que por estos días (octubre de 2008), un grupo de científicos del CERN (Centro Europeo de Investigaciones Nucleares) congregados en la frontera entre Suiza y Francia, están intentando recrear la teoría del Big Bang, por medio de una máquina llamada LHC (Gran Colisionador de Hadrones), para tratar de demostrar así el origen del universo por medio de la llamada gran explosión. Algunos están seguros de que este experimento será un éxito, mientras que otros no lo creen. ¿En caso de que aquel experimento tuviera éxito, esto podría afectar la fe cristiana y la fe hacia la Biblia?"

Estimados hermanos y amigos, reciban mi saludo en el Nombre de Jesucristo, Nombre que es sobre todo nombre. Dios manifestado en carne, Único Dios y Salvador.

La Palabra de Dios nos enseña:

"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía" (Hebreos 11:3).

Muy interesante la pregunta. Sabemos que el hombre ha tratado de encontrar y explicar el origen de todas las cosas fuera de la Biblia, o como llaman ellos fuera de la religión. Lo cierto es que sus descubrimientos de basan en cálculos y mediciones matemáticas en las que ellos no se ponen de acuerdo y las tratan de explicar con teorías. Las teorías son solo especulaciones, suposiciones de la mente y curiosidad del hombre. Son solamente teorías.


La teoría del Big Bang, trata de explicar el origen del Universo a partir de un gran estallido (literalmente), constituyendo el momento en que "de la nada" emerge toda la materia, es decir, el origen del Universo. Ellos dicen que la materia, hasta ese momento, era un punto de densidad infinita, que en un momento explotó generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro universo.


Ellos dicen que inmediatamente después del momento de la explosión, cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente la una de las otras, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando espacio expandiendo su superficie. Los físicos en su teoría han reconstruido una cronología de los supuestos hechos a partir de un 1/100 de segundo después del Big Bang. La materia lanzada por la explosión en todas las direcciones está constituida exclusivamente por partículas elementales como: Electrones, Positrones, Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones, y un total de 89 partículas conocidas hasta hoy.


Bueno acabo de explicar lo que supuestamente ellos han descubierto hasta hoy para explicar el origen del Universo, pero ¿Qué de la pregunta sobre el último experimento que se está haciendo para probar que el Universo ha sido formado por sí solo y no por la obra de un Creador llamado Dios? Si los científicos tuvieran éxito: ¿Puede afectar la fe cristiana y la fe hacia la Biblia?

Si ellos aceptan que había una materia como un punto de densidad infinita que explota, y de ahí se expande esa materia en todas las direcciones formando el universo, la pregunta sería; ¿Quién puso esa materia ahí para que explotara? Tiene que haber una mano, una mente superdotada, una autoridad que creó esa materia, de la cual se formaron todas las demás cosas. ¿No es curioso que lo que los científicos tratan de explicar con sus teorías lo que la Biblia narra con detalles? En caso de que hubiera una explosión, esa explosión surgió por orden del Creador, al cual ellos tratan de negar.


Mi contestación a la pregunta de los estudiantes universitarios de que si dichos descubrimientos podrían afectar la fe cristiana y la fe hacia la Biblia, es no. NO va afectar a los que estamos cimentados en la Palabra de Dios, NO va afectar a los que hemos tenido una experiencia real con el Dios Creador de los cielos, la tierra y el universo. Es probable que afecte a los cristianos apáticos, insípidos, sin compromiso, sin disciplina espiritual, de doble ánimo e inconstantes en todos sus caminos. La Biblia dice en Santiago 1:6-8: "porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos".


Nuestra fe no esta basada en teorías, especulaciones o experimentos humanos. Nuestra fe está basada en la Palabra de Dios la cual es inspirada. "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos" (Salmos 19:1). La formación del Universo y el orden del planeta tierra, no sucedió como una casualidad. El verdadero creyente rechaza las explicaciones humanas que quieran sacar a Dios del origen de todas las cosas descubiertas por el hombre. El verdadero creyente acepta la revelación bíblica sobre el Universo y por eso se inclina a alabar al Hacedor.


El Dios de la creación se revela en la Biblia como un ser infinito y eterno, que existe por sí mismo y que es la Primera Causa de todo lo que existe. En la creación del Universo y la Tierra nunca hubo un momento en que Dios no existiera. "Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios" (Salmos 90:2). En otras palabras, Dios existió eterna e infinitamente antes de crear el universo finito. Él es anterior a todas las cosas creadas en el cielo y en la tierra. El universo fue ordenado por Dios y nuestro planeta tierra también fue ordenado por Dios.


Dios creó materia y sustancia que no tenía existencia alguna anteriormente. Vea los pasos de la creación, todo fue ordenado por el poder de su Palabra. Dios tiene derechos soberanos sobre toda la creación en virtud de ser su Creador. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Génesis 1:1-2). Al contemplar e investigar todo el cosmos creado, vemos desde el inmenso espacio del universo la belleza y el orden de la naturaleza. No podemos menospreciar, sino admirar la majestad del Señor Dios, el Creador.


No es casualidad que el planeta tierra sea el único que tiene vida, mares, vegetación y esté ordenado. Todos los demás planetas están exactamente como estaba el planeta tierra antes de ser ordenado por Dios. Los científicos envían naves espaciales, toman fotos, recogen muestras del suelo y solo encuentran planetas desordenados y vacíos. ¿Por qué será que el planeta tierra es el único que está ordenado? La contestación es clara, la Palabra de Dios nos narra como fueron creadas todas las cosas, pero el hombre en su intento de negar a Dios y a su Palabra, quiere buscar otras explicaciones fuera de la Biblia. El resultado final de las investigaciones científicas, se conocen hoy por el nombre de teorías, sí solo teorías.


Las teorías de los científicos tratan de explicar el origen y desarrollo del universo con la suposición de que no hay ningún Creador personal y divino que hizo y formó el Universo y la Tierra. Solo pueden decir, que todo comenzó a existir por una serie de sucesos casuales que ocurrieron durante miles de millones de años. Estas conclusiones no son verdaderamente científicas. Digo esto, porque según el método científico, deben basarse todas las conclusiones en la prueba irrefutable deducida de experimentos que puedan reproducirse en cualquier laboratorio. Sin embargo, no se ha ideado ni puede idearse ningún experimento que pruebe y verifique las teorías en cuanto al origen de la materia a partir de una supuesta explosión gigantesca conocida hoy como el Big Bang.


Por último puedo decir con mucha seguridad que las explicaciones científicas sobre el Big Bang son solo unas hipótesis sin prueba científica. Lo más curioso de todo esto, es que según ellos estas hipótesis deben de ser aceptadas por fe en sus teorías humanas. Esto es lo que están enseñando en las escuelas y universidades a los estudiantes. Digo y repito que jamás dichas teorías afectarán mi fe cristiana y mi fe en la Biblia. La fe del pueblo de Dios, está en el Señor y en su revelación inspirada, la cual afirma que Él es quien hizo todas las cosas de la nada. "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía" (Hebreos 11:3).

¿Yahweh, Yashua, o Jesús?

¿Yahweh, Yashua, o Jesús?

Por David K. Bernard
Tomado del Libro: "En el Nombre de Jesús"



En años recientes un grupo conocido como las Asambleas de Yahweh (AY) ha puesto un énfasis inusual en la pronunciación verbal del nombre de Dios. Las AY mantienen que el nombre verdadero de Dios es Yahweh y que la salvación viene específicamente en ese nombre. Los miembros de este grupo también afirman que el nombre del Hijo de Dios se debe pronunciar como Yashua. Cualquier otra forma, tal como Iesous (griego) o Jesús (español), es inaceptable. Dicen que el nombre de Jesús fue derivado de los nombres de los dioses griegos Zeus y Dionisio, porque las dos vocales de cada nombre son idénticas. Incluso uno de sus escritores ha alegado que el nombre de Jesús significa "el cerdo," porque Je supuestamente significa "él" y sus supuestamente significa "cerdo." Los eruditos concuerdan de manera general que la pronunciación hebrea original del nombre de Dios en el Antiguo Testamento era Yahweh o alguna similar; la pronunciación Jehová es ciertamente una construcción española más tardía. La mayoría de los eruditos también convienen que en los tiempos del Nuevo Testamento la pronunciación hebrea o aramea de Jesús, era Yeshua o Y'shua (no Yashua) y que este nombre es idéntico al nombre Joshua del Antiguo Testamento. Así, analicemos a la luz de las Escrituras la posición de las AY.

Primero, las AY no atribuyen la completa Divinidad a Jesucristo como lo hace la Biblia, pues hablan de Dios y de Jesús como si fueran dos personas separadas. Su opinión de Jesús es similar a la de los testigos de Jehová; ambos utilizan la designación E.C. (era común) en vez de A.D. (Anno Domini = el año del Señor), al parecer porque no desean reconocer a Jesús como el Señor supremo. Las AY exaltan a Yahweh como el nombre más alto de Dios, ignorando que el Nuevo Testamento provee para nosotros una mayor revelación de Dios y de su nombre. Yahweh del Antiguo Testamento se manifestó en carne para ser nuestro salvador en el Nuevo Testamento. El nombre conocido como Jesús incorpora la revelación de Dios contenida en los dos Testamentos, porque literalmente significa "Yahweh-Salvador" o "Yahweh es Salvación."

Aunque haya habido otros que han llevado el nombre Joshua, Yeshua, o Jesús, solamente Jesucristo de Nazaret personifica la verdad y el significado de ese nombre. Él es "Dios con nosotros" (Mateo 1:23), que vino "a salvar a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21), y "en él habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad" (Colosenses 2:9). Por lo tanto, el nombre de Jesús es el único nombre salvador, es el nombre más alto que ha conocido la humanidad, es el nombre en el cual toda rodilla se doblará, es el nombre que toda lengua confesará, y es el nombre en el cual debemos decir y hacer todas las cosas (Hechos 4:12; Efesios 1:20-21; Filipenses 2:9-11; Colosenses 3:17). Por esta razón, la iglesia temprana bautizó en el nombre de Jesús, no en el nombre de Yahweh (Hechos 2:38).

En segundo lugar, las AY unen incorrectamente la eficacia de la salvación - a las vibraciones de las ondas acústicas - en la pronunciación del nombre de Dios. Ignoran que el sentido del nombre radica en su significado. El nombre es eficaz debido a lo que representa y solamente cuando tenemos fe en lo que indica. Cuando invocamos con fe el nombre de Jesús, él responde a nuestro clamor y realiza su obra en nuestras vidas. Esto es lo que expresa la Biblia cuando dice que recibimos sanidad y salvación en el nombre de Jesús:

"y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre" (Hechos 3:16). "que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre" (Hechos 10:43). Las respuestas a las oraciones en la iglesia temprana no se dieron debido a cierta pronunciación del nombre, sino porque ellos invocaron el nombre con fe.

Los siete hijos de Esceva procuraron echar fuera a los demonios invocando el mismo nombre que Pablo utilizó con éxito. Sin embargo no pudieron echar fuera a los demonios, porque a diferencia de Pablo, no tenían una relación personal con Jesucristo (Hechos 19:13-17). Su problema no era de pronunciación sino de una fe deficiente.

Un estudio de la lengua y del discurso humanos demuestra que es un error unir la eficacia de la salvación a cierta pronunciación del nombre. Nadie pronuncia exactamente igual las mismas palabras; las impresiones de la voz son tan únicas como las huellas digitales. Incluso si aun pudiéramos estar seguros del deletreo original del nombre de Dios en el Antiguo Testamento, nadie podría saber la pronunciación exacta que los hebreos antiguos le dieron a cada una de las vocales y de las consonantes. Por otra parte, el hebreo antiguo tenía diversos dialectos, y en uno de ellos no existía en ciertos casos el sonido ch (Jueces 12:4-6).

¿Si la salvación depende de la pronunciación exacta, qué le sucede a la gente con impedimentos, acentos, o dialectos? ¿Qué le sucede a la gente cuyos idiomas no contienen ciertos sonidos? Por ejemplo, el griego no tiene el sonido ch, y el coreano no tiene el sonido final s.

Tercero, la posición de las AY requeriría que rechacemos el Nuevo Testamento que tenemos ahora, incluyendo todos los manuscritos y versiones conocidas. El Nuevo Testamento griego, incluyendo todos los manuscritos existentes en griego antiguo, utiliza el nombre Iesous. Las AY tienen que sostener que no fue escrito por los apóstoles o por la iglesia temprana, porque si ellos utilizaron Iesous de manera uniforme, entonces se contradiría la posición de las AY.

Algunos eruditos creen que Mateo fue escrito originalmente en hebreo o arameo, pero es imposible sostener que todo el Nuevo Testamento fue escrito en esos idiomas. El Evangelio de Lucas y el libro de Hechos fueron escritos por un gentil, Lucas, y fue dirigido a otro Gentil, Teofilo, y es improbable que cualquiera de ellos supiera hebreo o arameo. Pablo escribió sus cartas a las iglesias gentiles. Claramente, estos escritores utilizaron el griego. Por otra parte, un estudio del estilo, de la gramática, de los idiomas, y del vocabulario del Nuevo Testamento demuestra que el griego fue la lengua original. Para que la posición de las AY sea correcta, Jesús, los apóstoles, y la iglesia temprana habrían tenido que utilizar el Yashua del hebreo temprano y nunca utilizar cualquier otra variación, incluso al hablar o al escribir en el hebreo, arameo, o el griego de sus días. No tenemos un solo manuscrito o una versión antigua del Nuevo Testamento que lo haga así, y nadie ha registrado jamás la existencia de tal manuscrito. Ningún erudito ha expresado jamás la evidencia de que existió tal manuscrito.

Cuarto, la prerrogativa de las AY es fraudulenta. El diccionario de Webster demuestra claramente que el nombre español Jesús vino del Iesus latino, del Iesous griego, y del Yeshua hebreo. Alternadamente, Yeshua es una contracción del conocido Yehoshua del hebreo original. Esta forma larga ocurre en Números 13:16, y viene de Yah (una forma corta de Yahweh) y del hoshia (que significa "ayudar" con la connotación más última de "salvar").

Para ser consecuentes, las AY no deben utilizar la forma contraída Yashua, sino la forma original Yehoshua o quizás incluso Yahweh-hoshia. Por otra parte, la formación conocida en español como Jesús no se dio debido a algún motivo o significado siniestro; ocurrió según reglas y progresos estándares en hebreo, griego, latín y español. No es exacto decir que Jesús vino de la combinación de dos palabras separadas Je y sus, y que supuestamente significan "el cerdo," al igual David no viene de Da y de vid, con el significado de "vídeo del día". Por otra parte, ningún diccionario dice que je significa "él" o que sus significa "cerdo." La relación de las conexiones de Dionisios, de Zeus, y de Jesús es puramente coincidente. En el Griego original no hay conexión, porque los conexiones son respectivamente, - os, - eus y - ous. (El eu y el ou son diptongos, lo que significa que las vocales deben ser pronunciadas como una unidad y no ser miradas como sonidos o sílabas separados).

Quinto, como cuestión práctica, Dios mismo honra el uso del español Jesús. Cuando la gente clama con fe usando este nombre, ella recibe el Espíritu Santo, recibe respuestas a sus oraciones, recibe sanidades y es liberada de demonios. En conclusión, el nombre de Jesús se puede pronunciar de maneras distintas en los varios idiomas, dialectos y acentos. En todas sus formas, significa lo mismo: el Dios verdadero del Antiguo Testamento se hizo nuestro salvador en la persona histórica de Jesús de Nazaret. Cuando una persona utiliza el nombre con ese entendimiento, y con la fe en Jesús como Señor y Mesías, entonces sin importar la lengua que hable, su oración alcanzará el trono de Dios y su invocación del nombre de Dios será eficaz.

Denominaciones Pentecostales del Nombre de Jesús

Denominaciones Pentecostales del Nombre de Jesús



Tomado de Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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Las Iglesias Pentecostales del Nombre de Jesucristo o Apostólicos, son aquellas iglesias pentecostales que aceptan la doctrina de la Unicidad de Dios, La Doctrina Apostólica o del Nombre de Jesús. En el mundo hay muchas agrupaciones pentecostales del Nombre de Jesús, y todas creen en la misma doctrina apostólica. Ninguna argumenta ser soberana sobre las demás, y generalmente gozan de buena confraternidad entre sí.
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A continuación se expone un listado de unas 90 denominaciones Pentecostales del Nombre de Jesús en todo el mundo. La lista no es exhaustiva, pero da una idea del movimiento pentecostal apostólico en la actualidad. (Si usted conoce otra denominación del Nombre de Jesús, por favor escríbame a mi correo y hágamelo saber para incluirla en este listado).
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Ordenadas en orden alfabético
  • Alianza Global Apostólica
  • Apostólicos Pentecostales Unicistas
  • Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús
  • Asambleas del Señor Jesucristo
  • Asambleas Pentecostales de Jesucristo
  • Asambleas Pentecostales del Mundo
  • Asociación Ministerial Bethel
  • Casa de Dios de Oración Para Todas las Naciones
  • Casa de Oración Rosa de Sarón
  • Chiesa Apostolica Pentecostale (Italia)
  • Comunidad Apostólica
  • Comunidad Apostolica de Jesucristo
  • Comunidad Mesiánica Apostólica
  • Comunidad Pentecostal de Brasil
  • Cristianos Evangélicos en el Espíritu de los Apóstoles
  • Evangelismo Pentecostal
  • Iglesia Apostólica de Jesucristo
  • Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús
  • Iglesia Apostólica de Pentecostés de Canadá
  • Iglesia Apostólica Ebenezer
  • Iglesia Apostólica Internacional
  • Iglesia Apostólica Manantial de Vida
  • Iglesia Apostólica Omega de Nicaragua
  • Iglesia Apostólicos del Nombre de Jesús
  • Iglesia Alas de Aguila
  • Iglesia Apostólica y Profética Fuente de Luz
  • Iglesia Aviva o Señor tu Obra (Brasil)
  • Iglesia Bautista Tabernáculo Emanuel de la Fe Apostólica
  • Iglesia Cristiana Apostólica Pentecostal (Perú)
  • Iglesia Cristiana Reformada de Sudáfrica
  • Iglesia de Dios Apostólica Santa y Victoriosa
  • Iglesia de Dios de Santidad Pura
  • Iglesia de Dios en Brasil
  • Iglesia de Dios en Cristo Gloriosa Original de la Fe Apostólica
  • Iglesia de Dios Ministerio Alianza Apostólica
  • Iglesia de Dio Unica del Nombre de Jesús
  • Iglesia de Dios Voz en el Desierto
  • Iglesia de Efesios 2:20
  • Iglesia de la Fe Apostólica
  • Iglesia de Jesucristo Alianza Ministerial
  • Iglesia de la Verdad Completa del Señor Jesucristo de la Fe Apostólica
  • Iglesia de las Buenas Nuevas (Colombia)
  • Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo de la Fe Apostólica
  • Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo de la Fe de los Apóstoles
  • Iglesia del Camino Bíblico de Nuestro Señor Jesucristo Mundial
  • Iglesia del Espíritu Santo de Jesús (Japón)
  • Iglesia del Templo Santo del Señor Jesucristo de la Fe Apostólica
  • Iglesia Edificada en Jesucristo
  • Iglesia El Pacto
  • Iglesia Evangélica Apostólica del Nombre de Jesús
  • Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual (México y Centroamérica)
  • Iglesia Evangélica de la Fe Apostólica en Cristo Jesús
  • Iglesias Evangélicas de Pentecostés
  • Iglesia Evangélica Yohanan (Brasil)
  • Iglesia Evangélica Libre (Doctrina Apostólica)
  • Iglesia Fe, Esperanza y Amor
  • Iglesia Fiesta Pentecostal
  • Iglesia de Jesucristo Voz de Salvación
  • Iglesia La Voz Apostólica Internacional
  • Iglesia Las Buenas Nuevas de Jesús
  • Iglesia Las Tres Bendiciones de Abraham
  • Iglesia Luz En Las Tinieblas
  • Iglesia Voz de la Verdad (Brasil)
  • Iglesia Mision la Voz de Cristo
  • Iglesia Movimiento Pentecostal Ríos de Agua viva
  • Iglesia Movimiento Evangelístico Pentecostal
  • Iglesia Pentecostal Apostólica
  • Iglesia Pentecostal de la Fe Apostólica
  • Iglesia Pentecostal de la Fe en Cristo Jesús
  • Iglesia Pentecostal del Nombre de Jesús
  • Iglesia Pentecostal del Nombre de Jesús de Brasil
  • Iglesia Pentecostal El Camino
  • Iglesia Pentecostal Jesucristo El Camino
  • Iglesia Pentecostal La Senda Antigua
  • Iglesia Pentecostal Unicista
  • Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
  • Iglesia Pentecostal Unida Hispana
  • Iglesia Pentecostal Unida Internacional
  • Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana,Inc
  • Iglesia Pentecostal Unida Nacional de México
  • Iglesia Progresiva de Nuestro Señor Jesucristo
  • Iglesia Restauración Apostólica
  • Iglesia Restauracion Pentecostal (Venezuela)
  • Iglesia Roca Firme (México) 
  • Iglesia Tabernáculo de Jesucristo (Colombia)
  • Iglesia Unida de Jesucristo (Apostólica) 
  • Iglesia Universal Cristiana (Nicaragua)
  • La Roca Apostólica
  • La Verdadera Iglesia de Jesús (China, India, Pakistán, Malaysia, etc.)
  • Ministerios Apostólicos de América
  • Misión Apostólica Pentecostal
  • Misión de la Fe Apostólica
  • Iglesia de Dios Tabernáculo Shalom
  • Templo Apostólico Siloh

La Biblia en Audio, Versión Reina Valera 1960


Los saludo en el nombre de nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo.

Les dejo unos enlaces donde podrán descargar de forma gratuita La Biblia Hablada Reina Valera 1960, RV60, en formato mp3. Está completa desde el Génesis hasta el Apocalípsis.

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RV1960.part1

RV1960.part2

RV1960.part3

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